Pintar la casa con frecuencia es una de las recomendaciones más extendidas por los profesionales. Es un aspecto imprescindible si queremos mantener nuestro hogar en óptimas condiciones, revalorizarlo y evitar problemas mayores.
Ventajas de pintar la casa periódicamente
La pintura no es solo una cuestión decorativa o estética, sino que tiene otras muchas funciones y aporta numerosos beneficios:
Prevenir y corregir humedades y grietas. Pintar con regularidad el exterior y el interior del edificio nos va ahorrar muchos quebraderos de cabeza.
Usando el tipo de pintura correcto y aplicando la técnica adecuada conseguimos controlar las humedades y reparar esas pequeñas grietas que, poco a poco, pueden llegar a deteriorar seriamente nuestra casa.
La ausencia de un mantenimiento frecuente derivará, casi con total seguridad, en tener que acometer a medio plazo reformas urgentes, complejas y costosas.
Mejorar la higiene. Pintar las paredes es la mejor manera de higienizar la casa, eliminar manchas y elementos nocivos como el moho, y reparar pequeños agujeros o grietas en las paredes. Por este motivo, podemos afirmar que pintar es invertir en bienestar y salud.
Aislamiento térmico y acústico. El mercado de las pinturas ha evolucionado mucho con el paso de los años y en la actualidad existen tratamientos con propiedades aislantes que ayudan a aislar fachadas y paredes de las temperaturas extremas y de los ruidos.
Impermeabilizar cubiertas y terrazas. También existen pinturas y tratamientos impermeabilizantes que ayudan a prevenir y solucionar problemas de filtraciones, goteras y humedades provocadas por diversas patologías que pueden afectar a las cubiertas de los edificios.
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